En Zinema Zombie perdí la virginidad estética. Asistir a sus funciones de gore, kung fú y ciencia ficción añeja y cutre, supuso toda una iniciación, no sólo por el estímulo de esas imágenes, esos sonidos, y esas maneras de proceder tan distintas a las del cine convencional hollywoodense, sino porque ahí conocí una gente que llegó a ejercer una gran influencia sobre mi vida. Grandes amigos, compinches, aliados. Siempre digo que las primeras canciones que firmé como Domingo eran un intento por recrear el mundo psicotrónico de esas películas, y todas las experiencias nocturnas que tenía junto a estos personajes... ¿qué era más espeluznante?
Entonces me puse muy contento cuando me pidieron la música para el video de presentación del ZZ Fest, todo un festival internacional dedicado al cine de de género, con sede en Bogotá. Me armé de un tocadiscos, un par de vinilos de los baladistas de antaño que tanto aprendí a a amar por aquella época, y dos inmortales Casiotones (el VL-Tone y el SK5). El toque final de científico loco se lo dio el Roland SH-3, campeón de mi humilde arsenal. ¡Que el desfile de atrocidades comience!
Entonces me puse muy contento cuando me pidieron la música para el video de presentación del ZZ Fest, todo un festival internacional dedicado al cine de de género, con sede en Bogotá. Me armé de un tocadiscos, un par de vinilos de los baladistas de antaño que tanto aprendí a a amar por aquella época, y dos inmortales Casiotones (el VL-Tone y el SK5). El toque final de científico loco se lo dio el Roland SH-3, campeón de mi humilde arsenal. ¡Que el desfile de atrocidades comience!
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