agosto 04, 2013

Ruego


Caminemos juntos hacia el mar
con más de un trago en la cabeza;
adentrémonos en la arena,
hagamos un nido entre las rocas...

La noche será fría, pero no para nosotros
que nos lanzamos al galope
cuesta abajo entre la niebla
a lomos de un corcel arisco y noble!

Arráncame de nuevo
la cadena de mi madre:
puedo arreglarla mil veces
para perderla entre tus brazos!

Y entreguemos a las llamas, te lo ruego,
el deleznable trozo de tela
que nos separó de una dicha más completa
(fue tu voluntad dejarlo en su sitio, contra la voracidad de mis manos),
para no amanecer otra vez a la intemperie
ni dejar pendientes
               tantos nuevos sobresaltos!


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